El proyecto busca reunir dos empresas diferentes con clientes e intereses compartidos. Una de ellas, de publicidad en medios digitales y tradicionales, con clientes públicos y privados. La otra de producción audiovisual, que funciona como una incubadora de ideas, está especializada en medios digitales y tecnología mobile. Las decisiones de diseño apuntan a un lenguaje estético para la expresión de formas compartidas, y, a su vez, dos identidades diferentes. Las dos oficinas funcionan comunicadas, pero mantienen sus unidades estéticas diferenciadas.
La propuesta consistió en desarrollar una paleta de colores y cómo aplicarla, complementada con pantallas visuales que otorgaron flexibilidad en el uso de los espacios. El objetivo comercial del encargo y los requerimientos funcionales del lay-out tuvieron un raol clave en el diseño del equipamiento. Las formas de oscurecimiento y las pantallas visuales, cuya función es recortar el juego cromático y poner en valor cerramientos existentes, persisten en el espacio y se entienden en movimiento. Al moverse por la planta se perciben los espacios mediados por las veladuras que dan cuenta de la dinámica de las visuales.
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